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Urgen candidaturas auténticas, que tengan su propia impronta, que representen colectividades o partidos políticos con una visión clara de para dónde deben girar los destinos de la ciudad. A diez meses de las elecciones, la ciudadanía escucha rumores sobre, por lo menos, veinte candidaturas; una compleja situación para las «personas del común», quienes finalmente, entre aguas revueltas, terminan por perder el interés en un tema tan trascendental… ¿Quién será el nuevo o la nueva alcaldesa de Medellín?
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Para hablar de los varones aspirantes pueden haber muchos escenarios y diversas fuentes, pero ¿qué se dice de las candidaturas de las mujeres? Hasta ahora, suenan cinco nombres de mujeres y es la primera vez que tantas mujeres intentan abrirse paso en el marcador.
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Vamos por partes, ¿cuáles son los nombres de las cinco mujeres aspirantes a la alcaldía?
Andree Uribe, Paulina Aguinaga, Liliana Rendón, Claudia Carrasquilla y Ana Cristina Moreno. Sus nombres para el común de la ciudadanía puede que no signifiquen mucho, por eso con la intención de aportar mayores elementos para que se vayan haciendo a una idea de quiénes son estas mujeres, nos adentramos en sus trayectorias.
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Andree Uribe. Es una mujer joven, enfermera, que asumió la Secretaría de Salud de Medellín en un tiempo retador: la pandemia por la Covid 19.
Paulina Aguinaga. Es una mujer joven, profesional en finanzas y relaciones internacionales, fue concejal de Medellín y, durante su gestión, el control político estuvo puesto en los temas de EPM y los indicadores de vivienda.
Liliana Rendón. Es una mujer adulta, psicóloga, que ha sido senadora, aspirante a diferentes cargos de elección popular en Antioquia y Medellín. El último cargo público que se le conoció fue como Secretaria de Participación ciudadana y desarrollo social de la Gobernación de Antioquia.
Claudia Carrasquilla. Una mujer adulta, abogada, conocida por su gestión en la Fiscalía como delegada de Seguridad ciudadana.
Ana Cristina Moreno. Adulta, administradora de negocios, quien ha sido diputada y ha ocupado diferentes cargos en la administración pública como directora del Departamento Administrativo de Planeación en la Gobernación de Antioquia.
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Es indudable que, por lo menos estás cinco mujeres, tienen conocimiento de cómo funciona el sector público, han administrado carteras importantes o han tenido lugares de poder para hacer control político, lo que las ubica en una escena favorable para competir en las próximas elecciones. Tienen carácter y sus trayectorias infieren disciplina y valentía, lo que no quiere decir que por el hecho de ser mujeres, tengan claro el enfoque de género y mucho menos la ruta de la inclusión y la equidad, en una ciudad que cada vez más deja ver su machismo, regionalismo y autismo que se nota en su poca o nula capacidad para reconocer la realidad que viven las comunidades.
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Ahora bien, ¿en qué escenario político o con quiénes se han rodeado estas mujeres? Pues todas vienen toldas conservadoras o que se nombran independientes pero que a la hora de la verdad, son más de lo mismo. Dos de ellas, Paulina y Liliana, salieron de sus últimos cargos o aspiraciones, desengañadas del Centro Democrático, por ser un partido que nunca les reconoció su valor y que les jugó sucio al no darles aval para apalancar sus candidaturas en cargos de elección popular o de toma de decisiones. Ana Cristina, también fue diputada por el Centro Democrático; Claudia se hace llamar la Dama de hierro, por su valentía al enfrentar las estructuras criminales de Medellín y en las pasadas elecciones buscó el techo de Cambio Radical para aspirar al senado; y Andree es una candidata que pretende inscribirse por firmas, aunque su equipo político es el mismo del actual alcalde Daniel Quintero.
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Y entonces, ¿Qué pensamiento representan estas candidatas? Aunque ellas pretendan presentarse ahora como independientes, su cercanía con estos partidos o con estos políticos de turno, las pone en una tendencia de pensamiento que desconoce las desigualdades sociales y se aterra con las libertades individuales, un pensamiento que está de acuerdo con la mano dura para enfrentar los problemas de seguridad pero no se les ha visto igual contundencia con la inversión en temas sociales. Tanto el Centro Democrático como Cambio Radical han sido partidos que han desmeritado el valor de las mujeres en la sociedad, con sus posturas en contra de los avances en materia de despenalización del aborto (tema de salud pública y que pone en evidencia la feminización de la pobreza), pues su argumento principal ha sido que vale más la existencia de un cigoto que la vida de una mujer.
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También hemos escuchado de mujeres y hombres de estos partidos, expresiones como: «Nadie ha muerto por desigualdad en Colombia», «Si la mujer recibe un golpe ha de ser porque ella misma lo buscó». Alguna de ellas en un programa televisivo dijo de manera vehemente que si las mujeres no participaban en política era porque no querían, ya que el porcentaje de participación en las listas estaba garantizado, pero también por su experiencia negativa en un partido político, aceptó que las estructuras tradicionales de los partidos usan la figura de las mujeres como relleno en las listas, y que por eso, ella «prefería tener un cáncer que aliarse con un partido político».
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En fin, con esta última contradicción, viene también la última parte de esta columna, ¿qué tipo de candidatura necesita está ciudad? Pues, independiente de si es una mujer o un hombre, Medelllín necesita con urgencia una persona que ponga al centro de sus aspiraciones el sueño de una ciudad que no aparente estar bien, sino que camine en ese sentido; que no esconda su pobreza sino que trabaje para erradicarla; que no tape sus vacíos de regulación, sino que los enfrente con seriedad e intervención social y cultural para que la misma ciudadanía se haga responsable de su parte en el desarrollo.
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Y, usted que lee esta columna… ¿Qué le exigiría a una candidata a la Alcaldía de Medellín? ¿Qué tan relevante es para usted que sea un hombre o una mujer quien se proponga gobernar está ciudad? ¿Qué tanto se interesa en averiguar por el perfil y trayectoria de las personas que se postulan para ocupar el cargo más importante de la ciudad?
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Una vez abierto el marcador para las elecciones locales, no solo es responsabilidad de hombres y mujeres con vocación política poner el debate público, también es responsabilidad nuestra como ciudadanía, estar al tanto de las agendas políticas para tomar la mejor decisión. Medellín nos necesita críticos, propositivos, atentos y sobre todo, conscientes.
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Por: Isabel Giraldo.