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¿A quién le marcho?

Un cristiano desinformado, un  religioso espiritual colombiano.

He visto como ese “presente religioso” cayó, sin educación política, en manos de mercantilistas de la fe, que desde los pulpitos manipulan a su amaño a colectivos enteros, que son movidos por toda suerte de artimañas, amén de que su líder, el ungido de dios, el profeta, el pastor en los cristianos; por tener mayor autoridad dice que hagan y hacen y en esa hipnosis avalan a un Centro Democrático corrupto.

 

La iglesia, se creería, que es la autoridad moral, donde se imparte la palabra de DIOS. Así debería ser pero como estamos llenos de templos de distintas denominaciones algunos con doctrina bíblica, otros con palabra de hombres convirtiendo en sectas de garajes, bodegas y artesonadas sedes con parqueadero donde, además de la esperada bendición, le dan orientación política en favor del “mesías terrenal” amigo del pastor.  Y en la iglesia católica ¿que mejor que hacerse pasar por un defensor de los principios morales y de la familia como dándole una ayudita a la santa inquisición?

 

Para enfrentar este tema hay que conocer que Colombia es un estado social de derecho y que su gobierno o administración es laico, pero como la iglesia en sus antiguos tiempos era la autoridad, fue manipulada en los recientes acuerdos de paz para que entrara en la contienda por temas que competen al pueblo en su soberana autoridad como constituyente primario.

 

En nuestro país se creyera, entonces, que para reclamar cualquier derecho hay que salir a las calles y marchar en manifestaciones públicas. Sin embargo es menester de quienes convocan, enseñar claramente que lo que vamos a reclamar del estado y dentro de las demandas, el derecho vulnerado para exigir una solución al colectivo y es precisamente donde el Centro Democrático hace la tarea: le prestan el micrófono y sacan un argumento tras otro cambiando la consigna conforme se vayan presentando los acontecimientos y desde los pulpitos imparten el mensaje para mover masas desinformadas.

 

Nos lograron parcializar

En el plebiscito arrancaron con el no, luego con el sí pero no así y por último se valieron de las artimañas que timadores y líderes religiosos impartieron en sus comunidades como si el dueño de las almas fuera el “iluminado de este país”. Buena esa por los incautos que luego vieron su error cuando desde el mismo Centro Democrático su entonces director de campaña, Juan Carlos Vélez  Uribe, confesó que la campaña se basó en estrategia de votar con rabia, odio; el alimento del no creyente.

 

Todavía me conduelo de mis hermanitos en la fe, cristianos desinformados a los que en su momento condené, por dejarse manejar. Pero ¿cómo culparlos si en este país del sagrado corazón, se aparece una virgen en una piedra, y le oran a la piedra? Es de esperarse que un líder de esos que hoy, en vez de bendecir, atan al creyente en sus profecías que más que eso es pura adivinación con esperanza: llevan a las ovejitas a hacer su santa voluntad, hagan y hacen. Pues el resultado de esta manipulación lo vimos el 2 de octubre de 2016 con el 52% de la votación por el “así no”.

El mundo entero celebra el logro de Colombia de acabar con una guerra de 52 años y los colombianos llevamos ya más de ocho meses sin atentados de las FARC. La iglesia también se manifestó; el papa Francisco, en el país la Mesa Ecuménica Por La Paz –MEP-, donde confluyen distintas denominaciones religiosas, comunidades y colectivos a nivel nacional quienes vienen informando desde las regiones y haciendo veedurías para el cumplimiento de los acuerdos. Así que no puedo pensar que los cristianos son tan manejables, para aclarar, algunos no están bien informados.

 

En el Centro Democrático no quedaron contentos con los nuevos acuerdos de La Habana aún aprobados en su mayoría por el Congreso, tampoco en la implementación y para empeorar las cosas comenzaron su campaña de desinformación y sin tener la gallardía de afrontar que en su gobierno, “el de Álvaro Uribe”, se traqueteaba: usó el DAS para perseguir a la oposición, el paramilitarismo, autoritarismo y la corrupción han sobrepasado la lógica y a ellos no les pasa nada y les prestan el micrófono.

 

Salir a las calle este 1 de abril  no es por el Fast Track, marchar el primero no es por la Justicia Especial para la Paz. Ni de vaina pensar que sea por la corrupción, sabiéndose que los promotores han sido los más corruptos. Tampoco porque Timochenko va a ser presidente o porque no han entregado las armas a la ONU o porque en la Guajira mueren de hambre si en su gobierno también morían de lo mismo. Les puedo asegurar que esta marcha es solo para medir cómo están parados políticamente para seguir enredando gente.

 

Un cristianito radical está con los ojos puestos en El Señor, pero con los pies en la tierra. ¡A DIOS le marcho con santidad! ¡Llegó el momento de parar a los corruptos! Cuando un corrupto convoca con engaños ya conocidos seríamos demasiado ingenuos para que dos veces caigamos con la misma trampa. El primero de abril de 2017 quédese en casa con su familia, disfrute con quienes de verdad sí están con usted en la buena y en la no tan buena.

 

¡A los corruptos no se les copia!

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