Ya tenemos el dibujo perfecto de los peligros que tenemos frente a nosotros, los conocemos y sabemos que debemos vencerlos; y para ello hay que luchar con todo y como un todo, como uno solo que es la suma de todos. Y debemos también mirar con profundidad en el fondo de nuestros propios corazones, para ser guerreros invencibles y no marionetas.
Como individuos, como sociedad y como simples criaturas humanas debemos también hacernos algunas preguntas acerca de qué podríamos cambiar o mejorar para sacar a nuestra sociedad adelante .
¿Entendemos el poder de la educación desde el inicio? ¿Cuidamos de su calidad? ¿Buscamos que cubra a todos? ¿Asimilamos verdaderamente su poder transformador?
¿Nos damos cuenta que el comienzo es el que más pesa y que sin adecuada nutrición en los primeros dos años de vida un niño está perdido?
¿Sabemos que en el arte está la respuesta a la comprensión de los ideales y necesidades espirituales y a los anhelos de belleza y unión de una sociedad ?
¿De verdad hay aceptación del otro en nuestras almas? ¿Les escuchamos desde cero con apertura y respeto por lo que piensa y leemos sus dolores ?
¿Trabajamos por una sociedad abierta y diversa y no por una de guetos y pequeños círculos de parecidos entre sí?
¿Colocamos el bienestar del conjunto social por encima de nuestras aspiraciones económicas y poder?
¿Honramos el significado de la palabra respeto?
¿Expresamos nuestros criterios y diferencias directamente a aquellos con quienes las tenemos o tomamos el atajo del ataque bajo y el desprestigio sin su presencia?
¿Sabemos agradecer o pensamos que nos lo merecemos todo?
¿Nos sentimos superiores al otro por que tenemos o sabemos más de algo?
¿Disfrazamos de bondad un discurso de forma vacío de amor y sentimiento por que nos es conveniente para lograr algo?
¿Nos comunicamos con escucha real con la juventud?
¿Nos guía La Paz y la armonía social o el poder y el dinero?
¿Aunque no sea fácil practicamos en el día a día lo que significa la palabra democracia?
¿Somos esclavos de nuestras propias realizaciones y éxitos y actuamos con superioridad o entendemos, humildemente, que cada día se empieza de cero y que ese día es un nuevo camino?
Para respirar mejor hay que limpiar este aire de resentimientos, de prepotencias, de prejuicios, de arrogancias y de los odios en el que nos han y nos hemos metido. Y esto solo se logra si nos llenamos de esa bondad que es más un actuar que una palabra, y que no significa ser tontos o ingenuos pero si inclusivos y generosos.
Para ganar hay que estudiar al otro pero igual y aún más a sí mismos.
¿Nos unimos ?
Por: Gonzalo Restrepo. Ex presidente Grupo Éxito.