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Víctimas de las circunstancias

Anualmente el Instituto Nacional de Medicina Legal realiza el informe Forensis, el cual hace un análisis cualitativo y cuantitativo de las víctimas de violencia del país. El pasado mes de julio se publicaron los datos concernientes al año 2015, (así es, se toma un semestre el procesamiento de esta información) y allí se reafirma una tendencia cada vez más explícita, pero no menos ignorada por los colombianos: nos estamos matando por intolerantes.

Para aquellos que todavía se quedaron en la primera década del siglo XXI y creen que los principales homicidas del país son los grupos armados ilegales, lamento decirles que la incapacidad de resolver un conflicto es la causa que está en la primera posición de las muertes violentas.

“Las muertes por violencia interpersonal, en especial las riñas y ajuste de cuentas, explican el 46,96% del total de casos con información, en tanto que la violencia sociopolítica cobró el 9,94% del total.” Forensis 2015

Y como si esto no fuera ya lo suficientemente esclarecedor, los meses en que más muertes violentas hubo fueron mayo y diciembre, ambos con un común denominador, la fiesta y el licor, el día de madres dejó sin hijos a más de una y algunos no sobrevivieron a la navidad.

Es increíble cómo alabamos y naturalizamos el abuso del licor en nuestra cultura, entendiendo que es el causante de muchas riñas y muertes por violencia interpersonal, la doble moral sigue satanizando sustancias menos nocivas para la sociedad como lo es la marihuana.

Pero si aún este panorama de las riñas por ingesta de licor nos genera indiferencia, aquellos homicidios que son por “justicia por mano propia” nos pareces justificables e incluso, existen muchos ciudadanos que creen que deberían ser replicables. Lastimosamente Medellín es una de las ciudades donde más se aplaude y promueve el linchamiento, lo cual lo demostró la habitual Encuesta de Cultura Ciudadana de la Alcaldía de Medellín y Corpovisionarios.

Para el 2015 el 33% de los encuestados está de acuerdo con que un grupo de ciudadanos que atrape un ladrón debería lincharlo, superando este porcentaje la media nacional de 26. Peor aún es que hay un 8% de personas encuestadas que consideran que la Policía debería matar a los delincuentes que atrapan, superando en dos puntos a la media nacional en esta pregunta.

Ya sea por licor, por alegría, por honor, por “defensa”, este país cree que cuando se es víctima de las circunstancias, se justifica acabar con el otro. Es la derrota completa del pensamiento. Hace muchos años las FARC dejó de ser el principal victimario del país, el problema (y la solución) de Colombia, somos los mismos Colombianos.

 

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