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TENEMOS QUE CUMPLIR EL PACTO POR LOS BOSQUES DE ANTIOQUIA

Los bosques son los grandes pulmones del planeta, ellos absorben el CO2 que producimos y devuelven oxígeno a la atmósfera siendo vitales para el equilibrio ambiental pero están siendo arrasados de manera criminal y acelerada en muchos países, especialmente en Sumatra, en Brasil y en Colombia que son algunas de las mayores reservas de bosques del mundo. Los destruyen para sembrar aceite de palma, minería ilegal, extracción de madera ilegal y ganadería extensiva. Los mercaderes de la vida, que  prefieren las ganancias de hoy y el hambre y la sequía de mañana, siguen exterminando de manera acelerada e impune nuestra mayor riqueza que es precisamente la biodiversidad que los bosques contienen. Los bosques están llenos de belleza, de fauna, de flora y son el encanto para el turismo y la fuente de enormes riquezas en industrias derivadas como la farmacéutica, etc.

 

Los bosques absorben y regulan el agua, ellos son como una maravillosa y enorme bolsa de agua pues la acumulan suave y hermosamente, aun en los terrenos más abruptos como nuestras empinadas laderas que ellos protegen para luego entregarla de manera limpia y generosa a través de los nacimientos, corrientes, ríos y quebradas. Pero al destruirlos generamos deslizamientos, avalanchas, inundaciones y luego grandes sequías y tenemos como resultado un agua cada vez más escasa y contaminada y grandes desastres. Acabamos de verlo en Mocoa y vendrán muchos más.

 

El PACTO POR LOS BOSQUES DE ANTIOQUIA es un compromiso que promovimos desde el Jardín Botánico y otras instituciones públicas y privadas para proteger los bosques y fue firmado en el 2011 por muchas y muy importantes entidades y muchos ciudadanos antioqueños y del país, como una gran intención, como una promesa, un compromiso y una visión de futuro que sigue totalmente vigente. El Pacto busca que cada uno desde su lugar como empresa o como institución pública, o como ciudadano se comprometa a proteger los bosques actuales y a sembrar nuevos bosques nativos o de plantación para proteger y ampliar los que ya tenemos. Se han tenido logros importantes pero algunos compromisos  económicos y sociales han sido difíciles de concretar o de continuar por el cambio de dirigentes en las instituciones y la falta de entendimiento o de voluntad de quienes llegan y no apoyan este proceso vital para la vida en Antioquia porque no fue gestado en su administración o por simple desconocimiento. La continuidad es elemento crucial para el éxito de las buenas políticas públicas y privadas. Construir sobre lo construido es la base del éxito.

 

Sólo cuando nos vemos abocados a situaciones críticas como la actual en el Área Metropolitana o el invierno critico en el país, muchos parecen entender que el tema del cambio climático, el papel de los bosques y de los árboles y el cuidado del medio ambiente son absolutamente cruciales para nuestra supervivencia. Así mismo las empresas privadas y las entidades públicas que han bajado la guardia frente al tema tienen que reaccionar con acciones concretas y los ciudadanos tenemos que actuar exigiendo la defensa de nuestro derecho a la vida. Se requieren decisiones desde el gobierno local, regional y nacional y también desde las empresas, que estimulen y apoyen estas iniciativas como el Pacto por los Bosques para que ellas tengan acciones y efectos profundos.

 

Pero los ciudadanos también tenemos mucho que hacer. Proteger y denunciar todos los daños que se hacen al bosque en cualquier lugar del país. Quienes tengan posibilidades deben sembrar o apoyar la siembra de árboles. Los que posean una tierra, así sea pequeña,  deben crear, enriquecer  y proteger su bosque y pueden constituir una reserva natural de la sociedad civil que además podría tener beneficios tributarios.

 

Hay una iniciativa maravillosa en Antioquia que se llama BanCO2 para entregar a los campesinos más pobres que protegen sus bosques un dinero que les permita sobrevivir sin dañar el bosque, como pago por servicios ambientales. Lo podemos hacer por internet desde la casa y le llega directamente a la cuenta del campesino que elijamos. Es innovadora y muy seria esta iniciativa que pude conocer desde su creación por Cornare y que se viene ampliando por todo Antioquia. Se puede ver fácilmente como funciona en su página web. Allí podemos medir nuestra huella de carbono y compensarla de acuerdo a nuestras capacidades.

 

En las ciudades tenemos que proteger los pocos reductos de bosque que quedan en nuestras zonas urbanas.  Hay que seguir identificando cualquier espacio urbano donde sea posible sembrar árboles aunque no sea masivamente. Mantener la política de siembras masivas en las zonas rurales de nuestros municipios, pero sobre todo proteger el resto de Antioquia terriblemente amenazado por los mercaderes de la muerte con su destrucción irracional.  Detener la deforestación en Antioquia es urgente y  solo será posible con el concurso real de los ciudadanos, campesinos, dueños de tierras y con una autoridad fuerte que imponga las más drásticas sanciones a quienes de manera ilegal destruyen nuestro futuro.

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