Search
Close this search box.

¿CUÁNTO TIEMPO NOS QUEDA?

Suena a enfermo terminal y así es.  El planeta tierra con la belleza y magnificencia que hoy conocemos y con todas sus hermosas y evolucionadas especies, tiene el tiempo contado.  Si no se toman medidas drásticas muy pronto será demasiado tarde. Las evidencias científicas son muchas y los que han visto recientemente el documental de Leonardo di Caprio, seguramente quedaron impactados con lo que está pasando. La vida seguirá pero será muy diferente.

El cambio climático es una realidad indiscutible aunque haya algunos políticos que lo ponen en duda, entre ellos el presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, que se apoyan en unos pocos científicos, seguramente movidos por intereses particulares. Para otros la solución vendrá de la capacidad de la ciencia y la tecnología de los humanos que algo inventarán o de la supervivencia de la especie en otros planetas como Marte. Soluciones lejanas y muy parciales para lo que hoy tenemos.

A pesar del tratado de París de diciembre del año pasado los avances son muy lentos y aún se puede retroceder con el nuevo jefe de la Casa Blanca. Pero definitivamente tendrán que adoptarse decisiones radicales desde los grandes centros de poder estatales y multinacionales para transformar profundamente nuestras formas de uso de la naturaleza y de crecimiento económico, aún sin contar con  los Estados Unidos. Es difícil para ellos cuando hay detrás intereses tan poderosos como los de las petroleras, las grandes productoras de alimentos, de vehículos, etc., y también cuando hay tanta ignorancia en los políticos y en quienes los eligen. Nadie se atreve a tocar las formas actuales de producción y los inmensos recursos que hay tras ellas.

Los ciudadanos podemos y debemos tomar acciones de cambio radical en nuestras costumbres y hábitos que pueden ayudarle al planeta. Bajar el uso de vehículos movidos por hidrocarburos, bajar el uso y abuso del agua, boicotear muchas marcas del mercado dañinas con el medio ambiente, evitar el consumo de bolsas y de carne de res, comprar productos con certificados de producción limpia, ser capaces de reciclar, reutilizar y reducir (las 3 R). Son muchísimas las acciones individuales que debemos iniciar cuanto antes. Si cada uno asumiera su responsabilidad se verían los cambios, pero sobre todo debemos elegir bien a quienes nos gobiernan.

Gobiernos con real visión de futuro tienen que tomar medidas contundentes, crear estímulos a los ingeniosos creadores de nuevas tecnologías que protejan la naturaleza, que sean capaces de reutilizar y promover un nuevo crecimiento basado en la conservación y protección del medio ambiente. Los paneles solares, por ejemplo, en Colombia siguen siendo un lujo de difícil acceso. La energía eólica en el país es mínima, los carros y las motos eléctricas son muy costosos y escasos. Los aparatos eléctricos son poco ahorradores. Nuestros sistemas de manejo del agua son devastadores. Nuestra forma de manejar los residuos es penosa, cuando hay países como Suecia y Noruega donde toda la basura es reciclada y deben importar de otros países para complementar la producción de energía que logran con ella.

Los impuestos deberían ser un arma poderosa para promover los cambios en el mundo entero. Más impuestos a las actividades que más dañen la naturaleza. Estímulos a las actividades que encuentren nuevos caminos para producir y reutilizar todos aquellos recursos que hoy destruimos aceleradamente. El ingenio de los creativos debería ser estimulado con facilidades para crear empresas y reducción de impuestos. Estímulos a quienes protegen los bosques, castigos a quienes los destruyen. Eso sí sería una reforma estructural.

Los resultados de no hacer nada los vemos todos los días, aquí en Colombia pero aun así no reaccionamos, siempre esperamos que otros lo hagan primero. Empezando por los políticos que seguimos eligiendo, que no tienen la más mínima conciencia del tema y que ni siquiera consideran en sus programas el problema ambiental o lo hacen de manera superficial. Ya las cosas están bastante mal en muchas partes del planeta y no quiero ni pensar que será en 20 años. Somos el tercer país más vulnerable al cambio climático. El poder criminal de la moto sierra y de la draga son enormes y sin control por parte de un estado que es incapaz de controlar la ilegalidad en todas sus variantes. El trabajo con los ciudadanos y la educación ambiental es muy poca. En contraste con eso aún tenemos una importante biodiversidad y grandes bellezas naturales que vimos con emoción en el documental Magia Salvaje pero que está gravemente amenazada. ¡En las manos de todos está salvar nuestro hermoso y único planeta azul!

 

Buscador

Visita nuestras videocolumnas

Síguenos en nuestras redes sociales